Placentero y sublime es este gozo,
deleite que embadurna mis sentidos,
delectación de aromas elegidos,
embriaguez convertida en alborozo.
Extasiada, con gran afán retozo,
mis placeres se sienten encendidos,
truena mi corazón con mil latidos,
y de dicha, se escapa algún sollozo.
Es excelso y glorioso este momento
en que con parsimonia y con agrado
el instante postergo, sin aliento.
En la boca introduzco con cuidado
el amargo manjar, grato alimento
¡Ven a mí, chocolate idolatrado!
No hay comentarios:
Publicar un comentario