18.11.18

EL FLEMÓN


 Tengo un flemón, malvado y lacerante

que de pronto en mi boca ha aparecido,

la fiebre a 39 me ha subido

y me encuentro agostada y delirante.


Ayer, tan saludable y exultante

y hoy me siento morir, nada he dormido;

lo que me hace pensar, aunque es sabido,

que la vida te cambia en un instante.


El doctor me ha llenado de recetas:

febrífugos, calmantes y antibióticos,

que me van a dejar como una rosa.


A pares yo me tomo las tabletas

cuyos efectos –dice- son simbióticos

si soy tenaz, estricta y rigurosa.


Mas me temo una cosa,

cuando el flemón resulte al fin curado

voy a tener el hígado arruinado.


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