"Hay que sufrir cochura por hermosura"
es un sabio refrán, según mi abuela;
pero debes seguirlo con cautela
porque la realidad puede ser dura.
¿Quieres estar divina? Pues tortura
tu espalda con tacones, aunque duela.
No importa el sufrimiento, te consuela
ganar en contoneo y en altura.
Si quieres destacar por tu belleza
no olvides aplicarte maquillaje
y llevar bien peinada la cabeza.
Que cada cual infiera su mensaje.
Por ser esclavas de nuestra apariencia
andamos fastidiadas con frecuencia.
¿Es esto autoviolencia?
Me parece excesivo el sacrificio,
porque más que "cochura" es un suplicio.
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