9.3.25

SÁLVAME

 Sálvame de mí misma, ¡oh, cordura!,

impregna de sapiencia mis sentidos

no permitas que cesen los latidos

de un corazón propenso a la amargura.


Si me encuentro en la extraña tesitura

de elegir entre días doloridos

o la paz de los cielos prometidos,

ayúdame a dejar la senda oscura,


y a salir de la terca confusión

que se enreda en mi mente trastornada

y en la que se ha instalado mi razón.


Muestra piedad por mí, que estoy cansada

de luchar con denuedo y con pasión

y he dado por perdida esta cruzada.

-.,-.,-.,-.,-.,-

No hay comentarios:

Publicar un comentario