El insomnio me mata, ya os lo dije,
pues me cuesta dormir mucho trabajo;
yo sé que me repito más que el ajo
pero es tema vital que a mí me aflige.
El ritmo circadiano no me rije,
ni con una pastilla me relajo,
doy vueltas para arriba y para abajo
y mi cerebro alborotarse elige.
Harta estoy de contar miles de ovejas,
y sigo sin poder pegar un ojo,
me duelen la cabeza y las orejas.
Cansada, con enfado y con enojo
los oídos me zumban como abejas
y noto todo el cuerpo medio flojo.
¡Si parezco un despojo!
Necesito deprisa algún brebaje
antes de que la parca me amortaje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario