6.2.19
DECLARACIÓN DE INTENCIONES
COTILLA
La del piso de al lado es una arpía
más mala que un dolor a media noche,
se cree la mejor, y es un fantoche
que presume de ser devota y pía.
Yo no quiero opinar, no es cosa mía
si regresa a altas horas de la noche
o si gasta sin freno, a troche y moche
lo poco que le queda en la alcancía.
En lo que no me importa no me meto,
nunca he sido cotilla ni chismosa,
ni tampoco me tengo por curiosa,
su intimidad merece mi respeto.
Pero es que las paredes son tan finas
que, sin querer, escucho a las vecinas.
LA BELLEZA
La belleza me causa admiración,
pero también envidia poco sana,
pues pienso de la noche a la mañana
por qué yo fui privada de tal don.
Me produce tristeza y confusión
un reparto que se hizo con desgana:
esa, hermosa será, fresca y lozana,
la otra tendrá un sensible corazón.
En busca del alivio nos decimos
que el atractivo cierto está en el alma,
que el del cuerpo es efímero y se muere.
Si a esta falaz idea nos asimos
sufrimos la desgracia con más calma.
La que no se consuela, es que no quiere.
5.2.19
MI COLEGA PELUDO
Mi colega peludo es adorable
y en mi vida se ha vuelto imprescindible,
enamorarme más es imposible
porque es bueno, simpático y sociable.
Está siempre a mi lado, fiel y amable,
se muestra cariñoso y apacible;
con su raya en la frente, inconfundible,
me parece bonito y entrañable.
Es un perrito cándido y muy noble,
pero si está jugando y rasca un mueble,
la señal que le deja es indeleble
porque el bicho es tan fuerte como un roble.
Puesto que su carácter no es voluble
considero este amor indisoluble.