Las musas en tropel hoy han venido
mezclando en mi cabeza los fonemas,
llenándome de versos y poemas,
en loco torbellino sin sentido.
Tan álgido dolor me han producido
que se me han descompuesto los esquemas;
en vez de inspiración, me dan problemas
y noto atroz arritmia en mi latido.
¡Dejadme ya, pardiez!¡Qué impertinentes!
¿Por qué nunca venís cuando os requiero
y hoy acudís con ímpetu salvaje?
Sabed que oyendo el agua de las fuentes,
y oliendo la lavanda y el romero
la inspiración me llega del paisaje.