2.6.13

CAMINANDO DESCALZA

  


Caminando descalza por la arena

mientras el mar me lame y me acaricia,

el tiempo se detiene , una delicia

que llena mis sentidos, me serena.


Con estos resplandores, en la tarde,

los mares de los cielos son espejos;

gozo de los colores y reflejos

de los que el paraíso hace alarde.


El murmullo del agua me acompaña,

con su voz melodiosa y repetida

y el sol con su calor me reconforta.


Me veo envuelta en una paz extraña,

de armonía y de calma abastecida

y ajena a cualquier cosa, sigo absorta.


Es la vida tan corta

que debemos anclar estos momentos

y al disfrute que surja, estar atentos.