Hoy no encuentro las ganas de hacer chanza
ni de hablar de lo bella que es la vida;
por la pena me siento poseída,
soy presa de una opaca destemplanza.
Lo último que se pierde es la esperanza
o así reza el refrán, pues por perdida
no quiero darla yo, aunque esté hundida,
añorando los tiempos de bonanza.
¿Pasarán estas horas de tristeza
o todo será así en adelante?
¿Los Hados mostrarán su gentileza
y harán que todo cambie en un instante,
regresando a mi ser la fortaleza,
devolviendo el color a mi semblante?
Es la pugna incesante
zafarse de huracanes y tormentas
remontando las olas turbulentas.