19.6.25

LA LUCHA INCESANTE

 


Hoy no encuentro las ganas de hacer chanza

ni de hablar de lo bella que es la vida;

por la pena me siento poseída,

soy presa de una opaca destemplanza.


Lo último que se pierde es la esperanza

o así reza el refrán, pues por perdida

no quiero darla yo, aunque esté hundida,

añorando los tiempos de bonanza.


¿Pasarán estas horas de tristeza

o todo será así en adelante?

¿Los Hados mostrarán su gentileza


y harán que todo cambie en un instante,

regresando a mi ser la fortaleza,

devolviendo el color a mi semblante?


Es la pugna incesante

zafarse de huracanes y tormentas

remontando las olas turbulentas.


22.4.25

AL DESPERTAR


 Me despierto, doy gracias porque vivo;

unas respiraciones, un bostezo,

medito unos momentos, luego rezo

para hallar en mi vida un objetivo.


Entono un mantra, pienso en positivo,

confío en no tener ningún tropiezo;

me estiro con fruición, me desperezo,

 la desidia y la abulia me prohíbo.


Llegados a este punto me levanto

y abro con optimismo la ventana,

disfrutando feliz del aire puro.


Al entrar en la ducha incluso canto,

se presenta admirable la mañana

si logro no pensar en el futuro.






12.4.25

SIENTO...



Rabia, desolación, fobia, tormento,

melancolía, pena, decepción,

ansiedad, amargura, depresión,

desidia, abulia, tedio, desaliento.


Desventura, tristeza, sufrimiento,

angustia, pesadumbre, desazón,

desamparo, dolor, consternación,

zozobra, soledad, aburrimiento.


Desconsuelo, aflicción, desgana, espanto,

marasmo, hastío, pánico, pesar,

sobresalto, desdicha, desencanto,

impotencia, nostalgia, malestar.


Y aunque me abrume el duelo o la congoja...

no me quiero morir ¡Qué paradoja!








5.4.25

A HURTADILLAS


 ¿Por qué a veces padezco este dolor,

la falta de esa luz que no percibo,

la angustia que me nace sin motivo,

y la ausencia de paz en mi interior?


¿Por qué veo la vida sin color

y ando errante buscando un objetivo?

No me basta saber que sobrevivo,

si me cercan el ansia y el temor.


Encaro sin pasión cada jornada,

transito por mi vida de puntillas

temiéndole al abismo de la nada.


Emborrono sin tregua las cuartillas

escribiendo en la oscura madrugada,

cegada por el llanto y a hurtadillas.







3.4.25

A MI MEJOR AMIGA



A mi amiga del alma : Esta canción

he escrito para ti, que la mereces,

para decir con toda convicción

la estupenda mujer que me pareces.


Cada día doy gracias a la vida

por poder disfrutar de tu presencia

porque eres generosa y desprendida

porque alegras un poco mi existencia.


Eres más que una amiga, eres mi hermana,

y siempre estás si yo te necesito,

benévola, leal, tierna y cercana,

en ti mi confianza deposito.


Resumiendo: ¿Qué quieres que te diga?

¡No se puede tener mejor amiga!






31.3.25

¡CIEN SONETOS!



 Dadme albricias ¡Pardiez! Lo he conseguido;

he llegado, por fin, a cien sonetos;

mil cuatrocientos versos he parido

y otros mil que no cuento, eran bocetos.


No es que fuera mi meta tal proeza,

pero me ha hecho ilusión ver  lo logrado,

tras escribir dos lustros sin pereza,

la euforia y la emoción me han embargado.


Pero caigo, llegados a este punto,

en que no es relevante la cuestión,

ni es tan magno el evento que me apunto,

porque después de hacer la división :


diez sonetos por año es más bien poco,

y yo aquí presumiendo, ¡qué sofoco!


«¡Con rimas y a lo loco!»

Las cuentas que me salen me defraudan,

y ya no tiene objeto que me aplaudan.



¡CIEN SONETOS! Musicalizado.



30.3.25

EL CORRECTOR



 Odio mi corrector. Esa manía

de cambiar las palabras a su antojo,

es causa de vergüenza y de sonrojo

y digo lo que yo nunca diría.


Quiere acabar conmigo, qué ironía,

me desata los nervios y me enojo

en lugar de parar y echar un ojo,

pues sé que con paciencia bastaría.


Pero la prisa descontrola el tacto,

─compulsiva y ansiosa en mi tecleo─

apenas sin mirar, doy en el acto

la orden de enviar, y no lo leo.


Quizás mi corrector se ha sublevado

y en vez de corregir me la ha jurado.


28.3.25

PERSIGUIENDO A MORFEO



Pretendo estar a buenas con Morfeo
y la higiene del sueño sigo a ultranza,
quisiera hacer con él una alianza
que me evite dar vueltas, ¡qué mareo!

Con conquistar mi sueño fantaseo,
mas tengo ya perdida la esperanza
Y aunque haya decaído la confianza
ejecuto cualquier cambio que leo.

Apagar las pantallas más temprano,
meditar, suprimir la cafeína,
ajustarme a mi ritmo circadiano,
y un suplemento de melatonina.

Olvidar todo aquello que me enoja
y cambiar la luz blanca por la roja.

Confieso mi congoja:
un puticlub parece ahora mi casa
pero mi intento de dormir fracasa.





27.3.25

TAMBORES DE GUERRA

 No puedo gobernar el cortisol,

que a su aire va campando por mis venas,

lo intento refrenar a duras penas,

pero en su escala llega al si bemol.


La ansiedad no me ayuda a su control,

en la tele no dan noticias buenas,

al final me inflaré de magdalenas

y encima subirá el colesterol.


Todo a mi alrededor me causa estrés,

mi sistema nervioso se resiente,

mi mundo se ha girado del revés

y yo me siento mal constantemente.


De guerra estoy oyendo los tambores

y ya me van entrando los temblores.




25.3.25

SI ME DEJO LLEVAR



  Si me dejo llevar por el lamento,

las ganas que no están, la abulia viva,

la actitud en exceso reflexiva,

la intensa percepción de aburrimiento...


Si me cuento a mí misma el mismo cuento:

que el mundo alrededor no me motiva, 

que no tengo energía positiva,

que en mi vida es muy triste el argumento,


me aboco a la agonía emocional,

al estrés psicológico, al marasmo, 

y asistiré a mi propio funeral.


No pretendo llegar a ese final,

así que lucharé con entusiasmo

para volver a ser fuerte y vital.

 

Algo fundamental:

de perspectiva trata la cuestión

pues ser feliz es solo una emoción.